Asistente Social de profesión y por vocación, Jessica Segura se ha desarrollado en esta área desde que se tituló en el año 2002. Comenzó trabajando en el Programa Familia del área de Prevención del Centro Integral Familia-Niño, para luego desempeñarse como directora del Centro de Diagnóstico Ambulatorio, DAM, Valdivia por diez años. Durante los cuatro años siguientes fue Coordinadora del Programa de Servicios Médicos de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), para posteriormente trabajar por un breve período en un establecimiento educacional de Valdivia. Esta trayectoria laboral por diversas instituciones de Los Ríos, le permitió adquirir experiencia en el área infanto-juvenil, con las familias como agente socializador y con el trabajo de equipos multidisciplinarios. Jessica se integró durante septiembre al equipo PACE UACh como Coordinadora de Acompañamiento en la Educación Superior (AES) de la región de Los Ríos.
¿De dónde proviene tu interés por las temáticas sociales?
La verdad es que desde muy pequeña tuve contacto con esta área. Estudié en una escuela básica municipal hasta sexto básico y luego mis padres me cambiaron a una escuela particular. Comencé a ver las desigualdades en ambos colegios, veía realidades que no entendía cómo podían estar pasando a tan temprana edad porque en mi caso era totalmente distinto. Me tocó observar experiencias muy fuertes, pero igualmente las agradezco porque me dejaron con los pies en la tierra. Creo que de aquí nació mi vocación y por lo mismo he dedicado mi trabajo a la infancia y a la adolescencia.
¿Qué te motivó a postular al programa PACE?
Cuando leí de que se trataba el Programa, me pareció súper interesante y coherente con mis intereses y con lo que llevo haciendo desde que salí de la universidad. Lo que busca el PACE es que estudiantes de sectores vulnerables logren ingresar a la educación superior, que se puedan integrar a este mundo y que la desigualdad que viven no sea un impedimento para que ingresen y permanezcan en la universidad. En mi vida laboral me ha tocado trabajar siempre con la inequidad y por eso pienso que puedo aportar con mi experiencia laboral para seguir generando acciones positivas.
En base a tu experiencia, ¿qué propuesta de trabajo tienes para alcanzar los objetivos del programa?
En primer lugar, considero que lo fundamental es lograr un trabajo coordinado con todas las personas que forman parte del equipo de Acompañamiento en Educación Superior PACE UACh; pretendo tener reuniones semanales con ellos para saber cómo están, qué dificultades se les van presentando, cuáles son sus fortalezas y así ir generando mayor cercanía. Aquí la clave es lograr un trabajo articulado entre las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén para mostrar que somos un solo PACE. En segundo lugar, también pretendo fortalecer el contacto con las distintas facultades y escuelas de la Universidad, para logar un trabajo más coordinado con nuestra propia institución.
Y en relación con el componente de Acompañamiento en la Educación Superior (AES), ¿qué consideras importante transmitir a los estudiantes como futuros miembros de la educación superior?
En todos los trabajos que he tenido me pongo la camiseta porque me gusta lo que hago, lo estudié por vocación. Esto es precisamente lo que hay que transmitirles a los chicos, que estudien por gusto y no por dinero, porque si se desempeñan bien, el éxito les llegará igual. La idea es que disfruten la vida que van a tener después, que trabajen por gusto propio. Por otro lado, también es importante que los chicos sientan que el apoyo del PACE continúa en la universidad, que el ser un estudiante PACE es un sello que los acompañará durante toda su vida universitaria y que nuestro equipo estará siempre disponible para ellos.
Isabel Laimböck – coolaboradora DVAP